Veinte días después del enfrentamiento en el Emirates, llega el partido de vuelta de la eliminatoria al Camp Nou. El equipo de Pep Guardiola tiene por delante noventa minutos para arreglar la diferencia en el marcador del partido de ida. Aunque se podría considerar como una reedición de los enfrentamientos de la pasada campaña, el Barça regresa con peor resultado de su visita a Inglaterra, pero con matices comunes. La temporada pasada el equipo ganaba con solvencia 0-2, dejó escapar el partido y Walcott primero y Fábregas después igualaban la eliminatoria. Ésta vez, con el gol de Villa y el discurso del partido ganado los blaugranas no supieron rectificar lo que ya ocurrió antes. Pero Wenger si venía con la lección aprendida. El partido de hoy es el comienzo de esos momentos en los que se empieza a decantar una temporada de éxito o una temporada en blanco. Es el momento de corregir errores y aplicar conceptos. Si bien, dentro de la derrota de la ida, el resultado no termina de ser malo. Se cuenta con el factor campo y con un gol a domicilio. Lo que podría significar que el equipo ganando 1-0 estaría en la siguiente ronda.
Aunque se espera el máximo espectáculo, la realidad es que estaremos ante un Barça menos Barça y un Arsenal menos Arsenal. Las bajas con las que cuentan ambos equipos son determinantes en el desarrollo del juego de cada once. Por parte del FC Barcelona se perderán el partido Piqué (por sanción) y Puyol (por lesión). Jugadores que intervienen con más o menos relevancia en la salida de la pelota del conjunto blaugrana. En este caso, el Barça tiene jugadores capaces de asumir el rol de las bajas sin demasiadas complicaciones, aunque este ajuste de piezas desemboque en un cambio de perfil del jugador en el mediocentro. Dando por sentado que será Busquets el que ocupe el papel de Gerard Piqué y que por tanto, asumiría una carga importante para la salida del balón, el jugador que ocuparía el puesto de Busquets por posición natural sería Javier Mascherano. El mediocentro argentino en gran parte gracias a su complejo de Busquets ha perdido parte de la esencia de su fútbol, pero con el paso de los partidos se le ve más asentado dentro del grupo, con los conceptos más claras y una mejoría palpable que si se sigue trabajando puede tener frutos de forma óptima. Pero para este encuentro, quizás se necesite al Mascherano de Liverpool. Ése jugador capaz de resolver carencias defensivas por físico y garra, y que en cualquier caso, sería el ideal para tapar al principal generador de fútbol de los gunners, Cesc Fábregas. Acompañando a Busquets, como ya viene haciendo varios partidos sería Abidal, lo que daría lugar a dar cancha a Maxwell o Adriano. El de Curitiba viene de disputar minutos en los últimos partidos, en buena forma. Ante el Mallorca y Valencia se marcó dos buenos encuentros, aunque tiene conceptos por trabajar. Por lo que si Mascherano fuera el encargado de ocupar el mediocentro, sería más que posible una alineación del ex jugador del Sevilla para dar una mayor profundidad a la banda izquierda y así obtener más amplitud si cabe, con Alves al otro lado. Con esto, se cerraría con tres hombres, se ensancharía el terreno y esto generaría más espacios para los Villa, Iniesta o Messi.
Los gunners, como ya hiciera el pasado año Arsène Wenger con Nasri, jugaron al despiste con las bajas. Durante semanas se ha especulado con que Cesc, Van Persie, Song o Walcott se perderían el partido. Finalmente, sólo serán estos dos últimos los que lo harán, mientras que el capitán y el holandés estarán listos para la cita. Aunque como dijo Pep Guardiola en rueda de prensa, “Aún Walcott está a tiempo para llegar en un avión privado”. Tanto el extremo, como Song serán bajas de primer grado para el técnico francés. Por lo que representan en el esquema y por las variantes que permiten al equipo jugar de una manera u otra. Theo ya hizo mella en la ida a las espaldas de un Maxwell que dio demasiadas ventajas al jugador. Como ya analizamos en el partido de ida, el inglés fue uno de los jugadores que hizo cambiar a Guardiola el equipo y que posteriormente, resultaría negativo. Pero ante esta baja, se tiene un recambio natural como es Arshavin. El ruso no está pasando por su mejor momento, pero en estos partidos se crece. Velocidad, desequilibrio, movimiento, control, tuya-mía. Puede aportar muchísimas cosas al equipo si se encuentra bien, incluso mejorar el rol de Walcott en cualquier caso por fútbol. Ante la posibilidad de alinear al ruso este lo haría en el carril izquierdo, siendo Nasri el que pasaría a la derecha como ya hiciera esta temporada ante el Tottenham. Pero el mediocentro camerunés no tendría recambio natural para hacer su labor. Denílson podría ser el elegido, pero su capacidad para sobrevivir en fase defensiva -que ante el Barça se antojan extensas- es demasiado débil y ofrecería demasiadas facilidades a los Xavi o Iniesta, incluso a Messi cuando viene a recoger. Por lo que se podría incluir la posibilidad de alinear junto a Wilshere a Diaby, ya recuperado, que por despliegue físico y ocupación de espacios podría desempeñar mejor el trabajo de Alexandre. Recordemos que el francés comenzó como mediocentro de contención y a medida que ha evolucionado su juego ha ido avanzando su posición de partida en el dibujo del Arsenal. Por lo que no sería nuevo para él. Otra opción sería retrasar la posición de Cesc, metiendo así a Nasri por detrás del delantero y Diaby en la banda para ocupar espacios y así hacer las posesiones del Barça más difíciles de prorrogar. Como última opción para mantener el dibujo, aunque poco probable, estaría la alineación de Eboue junto al mediocentro. Ya ha disputado minutos el marfileño en dicha posición, pero nunca con una alineación de partida. Su físico le permitiría abarcar mucho terreno, pero a su vez, por su poca capacidad táctica podría dejar líneas de pase abiertas en muchas ocasiones.
Aunque para mí, personalmente, la opción más lógica dado el resultado y los jugadores disponibles sería un cambio de sistema. El equipo pasaría a jugar un dibujo parecido al del Barça con 1-4-3-3 y la figura del mediocentro por detrás de los interiores para salvaguardar la zona. Perdiendo así la figura del enganche. Esto facilitaría la alineación de Denílson, escoltado por dos hombres, donde estaría más cómodo en su papel. Posiblemente Cesc y Wilshere, harían el trabajo, mientras Diaby se tiraría a la banda y en la otra Nasri, para intentar mantener la posesión del balón y sumar jugadores en el centro. Esto haría más viable el reservar a Van Persie dejando una referencia de ataque con Chamack o Bentdner.
Las cartas están sobre la mesa, sólo falta darles la vuelta y empezar la partida de ajedrez. Sea cual sea la decisión de los técnicos, estaremos ante un espectáculo futbolístico, con dos equipos luchando por pasar a la siguiente ronda. Una lucha que va más allá del fútbol.
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